viernes, 21 de junio de 2013

Tiempo de jardinería

En las últimas semanas hemos ampliado nuestro jardín de terraza y me encanta ver cómo nuestras plantas van creciendo más y más cada día. 
A lo largo de los años hemos tenido diferentes plantas pero al final se nos acababan muriendo, bien por no tener tiempo para cuidarlas, bien porque el sol se encargaba de rematarlas. 

Ahora que llega el buen tiempo estamos intentando aprovechar al máximo nuestros momentos de terraza. Están siendo días de jardinería, almuerzos y cenas, alguna que otra siesta en nuestra cama de palé, atardeceres preciosos, etc. Es genial disponer de un espacio tan amplio para jugar con Golfo, que también disfruta de la terreza con nosotros.
Han sido muchos los momentos de jardinería. Nos estamos decantando por plantas que aguanten bien la alta exposición al sol. Hemos comprado bastantes plantas crasas (conocidas también como plantas suculentas o carnosas) y algunos cactus que adornan nuestra mesa de la terraza. ¡Esperamos que lleguen al invierno y no se nos mueran por el camino!

Por lo pronto esta semana hemos estado muy pendientes de esta pequeña. 
¿No es genial ver esta evolución?
Tenemos ilusión también por ver crecer nuestro pequeño drago. Hace dos años que lo tenemos, coincidiendo con nuestra llegada a la isla de La Palma. Lo escogimos de entre los muchos que crecen en el jardín de mi abuela. Ella tiene en su jardín un drago enorme que tiene también una bonita historia y es que mi padre, siendo novio aún de mi madre, le llevó plantado a mi abuela (por entonces su futura suegra) este drago en un vasito de yogur. Hoy en día este drago mide más de 4 metros. Ojalá el nuestro siga su estela, eso sí, ahora en Tenerife.
¡Feliz fin de semana!

jueves, 13 de junio de 2013

Un trastero de lo más aprovechado

Si te preguntabas dónde andaba metida, la respuesta es ésta: bajo una montaña de cosas que hemos colocado perfectamente en nuestro nuevo trastero súper mega ordenado ;) ¿Quieres saber cómo lo hemos conseguido? pues ¡no pierdas detalle!

Inevitablemente a lo largo de los años vamos acumulando y guardando cosas (unas veces con más acierto que otras). Cuando estas cosas empiezan a molestar un poco en casa, para hacer sitio, son llevadas a ese gran cajón desastre que algunos tenemos la fortuna de tener (más conocido como el trastero). Pero cuando en tu trastero no cabe nada más, entonces tienes dos opciones: o empiezas a tirar todo aquello que nunca supiste por qué has acabado guardando durante tanto tiempo (como la caja que servía de embalaje de la tele, por ejemplo) o rediseñas el trastero y lo ordenas todo, todito, todo.
Nosotros hemos llevado a la práctica ambas opciones. ¡Por fin me he desecho de tantos apuntes obsoletos que no servían para nada, más que para acumular polvo!. Y para quienes dicen que mi casa siempre está ordenada aquí va un regalito: éste es el aspecto que nuestra terraza ha tenido los últimos diez días (ppfff... un absoluto desastre que me tenía desquiciada).

Al afán de guardar cosas hemos tenido que sumar que, al estar viviendo durante dos años entre dos islas, ahora tenemos dos de casi todo. Y tal y como están los tiempos, cualquiera tira a la basura una batidora que funciona... ¡mejor la guardamos por si se rompe la nuestra!

Nuestro trastero tiene forma rectangular, quedando un espacio considerable a ambos lados de la puerta. Antes teníamos unas estanterías y un armario (de cuando era niña) pero desaprovechábamos un poco el espacio. Por eso decidimos fabricar unos estantes de 50 cm de ancho aprovechando el máximo espacio posible. He de confesar que aunque a priori parezca complicado, el trabajo de bricolaje no presentó ninguna dificultad insalvable, aunque sí es cierto que fue trabajoso. 
Para hacer los estantes nosotros utilizamos los siguientes materiales: 13 tablones de madera de encofrar (la que se utiliza en las obras) de 25 cm y listones de madera de distintas medidas (que colocamos como soportes). La forma de colocarlos fue la siguiente:
Este fue el esquema que seguimos por todo el espacio hasta completar los estantes que nos habíamos planificado (6 estantes de 50 cm y uno de 25 cm para los libros y apuntes que hemos guardado). Una vez colocados todos el siguiente paso era guardar y, viendo que hasta nos iba a sobrar espacio, aprovechamos para hacer un improvisado ropero.
Cuando se trata de guardar el objetivo es guardar bien, así que colocamos una barra a modo de perchero que nos permitiera guardar las chaquetas de invierno que tanto espacio ocupan en el armario, y una zapatera que descartamos cuando restauramos la zapatera castellana que ahora tenemos en casa.
Este tipo de trabajos no son lo que uno suele mostrar de su casa, pero yo estoy tan contenta con el resultado... si es que ¡formamos un equipazo!. Ahora tenemos un trastero súper funcional y cómodo que nos permite mantener el orden en casa, sin dejar de ser ordenados con todo aquello que guardamos fuera de ella. Ahora estamos derrotados de tanto trabajar, subir y bajar, revisar, tirar, colocar... ¡merecido descanso para nosotros! Volveré pronto con otros trabajos que están ocupando mi tiempo pero, hasta entonces, te deseo una ¡feliz semana!. Gracias por seguir ahí ♥
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...