Ha llegado nochevieja y, como cada año, todos hacemos nuestra lista de buenos propósitos para el año nuevo. Muchos hacen estas listas en su cabeza, otros escriben sus deseos en papelitos que son quemados en una especie de ritual, y otros, como yo, los escribimos en un papel y lo colocamos en un lugar visible, para recordarlos cada día.
Desde mi punto de vista, hay unas pautas que deben seguirse a la hora de fijar nuestros proyectos futuros:
1. Deben ser proyectos factibles. No pienses en imposibles, o en proyectos que no dependan de ti. Sea cual sea tu propósito, debes poder llevarlo a cabo, ya que un proyecto imposible de realizar nunca será un proyecto futuro sino una utopía.
2. Focaliza. Céntrate en las cosas importantes, lo que te hace feliz, y lo que te ayuda a mejorar cada día. Esta premisa te ayudará a definir gran parte de tus propósitos, te ayudará a centrarte en lo realmente importante, en cómo obtener la felicidad cada día, en dar importancia a los detalles, por muy pequeños que sean, y en mejorar tu capacidad humana contigo mismo y con los demás.
3. Planifica y fija una meta. Los proyectos que parecen no acabar nunca terminan por minar el entusiasmo inicial, e incluso pueden hacerte olvidar el motivo por el cual iniciaste ese proyecto. Piensa a largo plazo pero con una fecha de término o con un resultado concreto. Algo que puede ayudar a no perder el entusiasmo es plasmar de alguna forma los resultados que estás obteniendo, lo cual te hará sentir satisfecho de ti mismo, y te impulsará a continuar.
4. Cada uno a su estilo. No tienes que hacer un único listado que englobe todos tus propósitos, deseos u objetivos, eso depende de cada persona. He visto casas con carteles allá donde mires, con paredes llenas de pos-it, o con tablones repletos de papeles... La finalidad es la misma para todos, pero cómo hacerlo es una elección personal. A mí por ejemplo me encanta hacer listas, y verlas cada día me ayuda a recordar, así que si te ayuda, coloca tu listado en un lugar visible para ti: en tu armario, en el espejo, en la nevera, en el baño... ¡cualquier sitio vale! siempre y cuando te sientas cómodo con el lugar escogido, evitando miradas curiosas que puedan incomodarte.
5. ¡Empieza ya!. El momento de empezar es ahora, no lo dejes para más adelante, porque entonces nunca lo harás, o lo harás a medias... tómate tu tiempo para planificarlo, pero igual que debería tener un final, debe tener un momento para comenzar.
Yo funciono mucho con carteles, así que tengo más de un listado que me recuerda qué objetivos y metas me he fijado. Por ejemplo, encima de mi cómoda hay una lista de propósitos que se titula "30 a los 31". Es una idea que me encantó, así que la puse en práctica este año (más adelante te contaré en qué consiste). Otro de mis cartelitos se sitúa en la puerta de mi armario, donde tengo una lista de 10 razones por las que me gustaría bajar de peso. También en mis libretas hago listados donde apunto todos aquellos proyectos creativos que quiero llevar a cabo, o aquello sobre lo que quiero escribir en "Plata y Chocolate".
En unos días te enseñaré qué tengo planeado para este año. Anímate a cumplir en los próximos 366 días todo aquello que deseas esta noche para 2012.
¡FELIZ AÑO NUEVO!