Esta noche se celebra Acción de Gracias en muchísimos hogares del mundo. Nosotros participamos en un intento de celebración el pasado fin de semana en una esperada reunión de amigos en la que dimos muchas veces las gracias por un rico almuerzo jiji y donde esta tarta de calabaza fue lo más cercano a esta tradición. La celebración de Acción de Gracias es una tradición que tiene sus orígenes en Europa, y no es más que una ocasión para reunirse con la familia y/o amigos y dar las gracias por todo aquello que nos hace feliz o que se ha vivido durante el año que se acaba.
Hace algunos días en privado comentábamos que a veces las personas somos poco conscientes de todo lo bueno que nos rodea y no nos sentimos agradecidos por la cantidad de maravillas que nos suceden a lo largo de la vida, centrándonos en las cosas no tan buenas y en los malos momentos (que siempre los hay y los habrá). En ocasiones parece que hace falta algo, un pasito pequeño, para alcanzar la felicidad, cuando realmente ese algo te haría simplemente un poco más feliz, complementando la felicidad de la que ya disfrutas. Por todo eso, hoy quiero decir que me siento feliz y agradecida (no necesariamente en este orden):
- por disfrutar del cariño de todas las personas que forman parte de mi núcleo más íntimo
- por todo el cariño que recibo fruto de mi trabajo en Plata y Chocolate
- por las pequeñas cosas que me hacen sonreir
- por las mariposas en la barriga de proyectos futuros
- por las nuevas oportunidades y caminos abiertos
- por los mensajes, emails o llamadas telefónicas que me alegran el día
- y por mi recién estrenado marido, a pesar de querernos desde hace ya más de media vida.
Por todo ello, ¡feliz día a ti también!
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