Después de comprar bizcochos de soletilla para hacer
el postre de Nochebuena y de sólo utilizar 6 me puse a pensar qué podría hacer con el resto del paquete, ya que tirarlos no era una opción. Busqué algunas recetas de tartas pero no tardé mucho en acordarme que para hacer
cake pops sirve cualquier tipo de bizcocho, así que comencé la búsqueda de la receta perfecta.
Así fue como llegué a
Bakerella (que, sin yo saberlo, es una de las mejores webs de repostería). También
Bea Roque, de
El Rincón de Bea, me ayudó en mi propósito al descubrir la pasión que puso al hacer
sus primeras cake pops.
Así que, sin seguir una receta concreta sino más bien una mezcla de ellas, elaboré mis primeras
cake pops. Para ser las primeras creo que visualmente el resultado es bueno: sencillas pero apetecibles. El sabor se describe mejor con un
mmmnnnnnnnnnn... de ésos largos.
No obstante no voy a decirte que mezclar el bizcocho con (en mi caso) queso cremoso de untar fue una tarea fácil. Primero lo intenté con las manos (como había leído en la mayoría de las recetas) pero viendo el caos que monté en un momento en mi cocina lo intenté con un tenedor. Un poco mejor fue la cosa...
Como es costumbre intento reservar la repostería para momentos concretos y casi nunca para consumirla en casa [esto es, evito hacer postres para nosotros, porque entonces nos los comemos (obviamente) pero sí los hago cuando vamos a casa de amigos o familia, cumpleaños, celebraciones, etc.]. En este caso no ha sido así, ya que no estaba segura del resultado y había que probarlos antes (a lo tonto a lo tonto ya se están acabando...). De todas formas, la próxima vez saldrán mejor e intentaré algo más elaborado. ¿Te animas tú también?
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