Hace ya más de dos años, después de hacer una reestructuración del espacio en casa y de dar su lugar a cada uno de los muebles que habíamos recuperado e ido restaurando, traje esta zapatera de estilo castellano de casa de mis padres, porque la que tenía anteriormente ya no tenía hueco.
El estilo castellano estaba muy de moda cuando mis padres eran jóvenes, así que en casa siempre ha habido muebles de este estilo. En realidad éste no era un mueble que me gustara demasiado, pero hice una búsqueda por la red para recopilar ideas y ver qué podría hacer con ella.
El resultado final es maravilloso, aunque no se aprecia del todo bien en las fotos. ¡En vivo este mueble gana muchísimo más! ;)
Mano de pintura: esta vez elegimos pintura en spray porque el acabado es mucho mejor, así que escogimos el color de la pintura, y nos la envasaron en dos botes. Para empezar quise hacer una pequeña prueba en la parte trasera del mueble para ver cómo iba a quedar y para ver bien el color, pero no pude parar y gasté un bote entero "probando"... ¡estaba quedando tan bonito!. Cada bote de spray dio para una capa de pintura, así que dos capas fueron más que suficientes.
Aspecto envejecido: Una vez seca la pintura, apliqué con una brocha y un trapo una pátina de betún de judea para darle un acabado más envejecido.
En la imagen anterior puedes ver el acabado con y sin betún de judea (puerta de la izquierda con pátina de betún y puerta de la derecha sin ella).
Toque final: apliqué una pátina decorativa que proporciona un toque de brillo a la superficie (en este caso plateado). Parece purpurina pero en realidad no lo es (efecto escarcha de Liberon que compré en Leroy Merlín). Desde mi punto de vista este brillo proporciona al mueble el toque personal, y le da esa cualidad que lo hace diferente. No sé si puedes apreciarlo bien en las fotos.
Quizá el resultado final de este mueble no sea tan espectacular como el de
nuestro armario, aunque estoy especialmente orgullosa de cómo ha quedado, porque este trabajo de restauración es completamente mío. Quise sorprender a mi chico a la vuelta de un viaje, y ¡vaya si se sorprendió! Mis padres también quedaron sorprendidos con el cambio; el resultado ha gustado mucho.
NOTA: pido disculpas por la mala calidad de la fotos. Algunas de estas fotos están tomadas hace casi dos años. Poco a poco voy mejorando.
Pues simplemente, espectacular
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