Hace un par de semanas mis padres nos regalaron unos cuantos aguacates cogidos en la finca de mis abuelos. A nosotros nos encantan los aguacates, y esta semana ya estaban maduros y listos para comer. El aguacate es un fruto versátil y se puede comer de mil maneras: directamente con una cuchara, en ensalada, rellenos, hechos salsa, etc. y sirven para acompañar casi cualquier cosa.
A mí personalmente me encanta el guacamole aunque en casa yo hago una versión un poco más ligera, ya que no le pongo nada de picante. Es muy fácil de hacer. Yo suelo picar un tomate y un poco de cebolla con la picadora eléctrica. Hace muchos años mi amiga Paula me enseñó a hacer guacamole y ella deshacía los aguacates escachándolos con un tenedor. A nosotros nos gusta más así porque queda con grumos pero si no te gusta con grumos, sólo tienes que meterlo todo en la batidora/picadora y quedará una textura de salsa cremosa. A continuación se va añadiendo un poco de aceite virgen extra al tiempo que se va removiendo de forma envolvente y una pizca de sal. Si te apetece le puedes añadir vinagre y picante.
Uummnnn... ¡tan rico!
NOTA: para que se conserve mejor y no se oxide demasiado rápido, guarda la salsa con la pipa del aguacate dentro. También puedes añadirle unas gotas de zumo de limón.
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