Anoche mis amigos Elena y Ale se convertían en los papis más felices del mundo. Leo llegó oliendo a pan recién hecho y sus felices papis no han podido dejar de sonreir y de darle besitos desde entonces. Se ha hecho esperar, pero su llegada ha colmado de felicidad, y algunas lágrimas, a todos aquellos que deseábamos ver por fin esa carita preciosa. Así que he querido aprovechar este momento para desearles todo lo mejor. ¡Felicidades chicos! ♥♥♥
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